¿Seríamos capaces? (part. 1)

Muchos chavos adoptan como ídolos y ejemplo de vida a personajes, sin saber a ciencia cierta de quienes se tratan, La familia Manson, Hitler, Los Beatles, Los marines (boinas verdes), Los marasalvatruchas, Los emos, Los punk, Los darketos Los góticos, La santa muerte, El chapo, El cártel del pacífico sur, la familia michoacana, Satanás, Osama Bin Laden, el Hombre Araña, Superman, etc. Estos son sólo algunos ejemplos, y aunque generalmente desconozcan la verdad sobre su origen e ideología, los adoptan como moda; sin embargo, lo que tienen en común los unos reales y los otros ficticios, es que nacieron de la imaginación de alguien que generalmente persigue un interés personal. Decía que lo que tienen en común es la rebeldía que reflejan en su pensar y en su hacer. Semejante osadía al rebelarse al poder, al orden establecido, a la esclavitud, a la explotación, a lo omnipotente, y divino, a lo inexplicable, etc. en resumen a quienes administran nuestras mediocres vidas, ya que ellos dictan cómo debemos pensar, cómo debemos actuar, qué debemos comer, qué debemos soñar, cómo nos vestimos, cómo nos comunicamos, en fin los dueños de nuestra existencia. Tamaña osadía, decía, representa algo que nosotros, los de a pie no nos atreveríamos a realizar, ya que nuestra cobardía es tanta que nos conformamos con rumiar nuestra desgracia, nos conmiseramos de nuestro miserable destino, volteamos al cielo esperando encontrar consuelo y al amparo de modas looks, tatuajes, vestimentas, drogas, formas, de hablar, etc. pues no tenemos identidad y por lo tanto nos es mas fácil adoptar estereotipos (modelos ajenos). Lo que nos es propio, digo, de nuestra cobardía, por que somos capaces de matar a golpes a quien nos mal mire, a quien pretenda bajarnos la vieja, al que nos debe una lana, a quien nos miente la madre por rozar su cuerpo involuntariamente, al que va más rápido que nosotros, al viejo que va más lento que nosotros, a quien no está de acuerdo con mi forma de pensar y actuar claro que lo medio matamos a golpes o con la lengua, pero no por ser diferentes, pues en realidad ésta actitud animal nos hace agredir a los más débiles, eso nos permite tener cierto poder sobre aquellos indefensos, a quienes consideramos más débiles.

Armando Visairo